El ciclista polaco Michal Kwiatkowski se ha proclamado este domingo campeón del mundo tras imponerse en la prueba de ruta masculina, que se disputó sobre 254,8 kilómetros y sirvió como colofón al Mundial de Ponferrada, culminando un gran trabajo de su selección y por delante de los dos grandes favoritos, el australiano Simon Gerrans y el español Alejandro Valverde, que con este bronce suma ya seis metales en Campeonatos del Mundo.
A sus 24 años el polaco se convirtió así en el primer ciclista de su país en lograr el oro en la prueba de ruta de un Mundial. Un triunfo más que merecido por el trabajo de su equipo durante prácticamente todo el día y por su valentía al atacar en solitario a 7 kilómetros de meta para completar de una manera inmejorable lo hecho por su selección.
Inicialmente la jornada de ciclismo en Ponferrada estuvo marcada por la lluvia y por la monotonía en los primeros 150 kilómetros. El pelotón, tirado en todo momento por la selección polaca, permitió una fuga en la que se encontraban el colombiano Carlos Quintero, el croata Matija Kvasina, el ucraniano Oleksandr Polivoda y el lituano Zydrunas Savickas. Todos ellos corredores de perfil bajo, que llegaron a tener 15 minutos de ventaja, pero que no dieron en ningún momento sensación de hacer algo grande.
Así transcurrió la etapa hasta que la selección italiana decidió que había llegado el momento de endurecer la prueba. Cuando al frente del pelotón en un Mundial aparecen los maillots azules se sabe que la cosa empieza a ponerse seria. Los italianos sumaron con este seis Campeonatos del Mundo sin subir al cajón, demasiado tiempo para la selección más laureada de la historia, pero siempre dan espectáculo y nunca eluden su responsabilidad.
Este domingo les bastó con 15 kilómetros de relevos y con el ritmo de un Fabio Aru que ha finalizado en un gran estado de forma el año para coger a los escapados. Faltaban algo más de 50 kilómetros para el final y comenzaba una competición nueva. Las grandes selecciones movieron ficha, Alemania mandó por delante a Tony Martin y colocó bien en el pelotón a John Degenkolb, mientras que en Italia Aru y Giovanni Visconti se iban por delante y en suiza Michael Albasini hacía lo propio.
Por detrás Australia intentaba controlar el pelotón ante la falta de hombres suyos en los grupetos que se iban formando en cabeza de carrera. En cuanto a España, la selección de Javier Mínguez estuvo escondida gran parte del día, pero llegado el momento decisivo apareció. Lo primero que hizo fue meter en una de las fugas a Dani Navarro.
Con estos pequeños ataques, que nunca llegaron a tener más de 30 segundos de ventaja, se llegó al momento decisivo. Al toque de campana apareció el pelotón encabezado por una Francia que buscaba controlar la carrera para regalarle un sprint a Nacer Bouhanni.
MAGNÍFICO TRABAJO DE ESPAÑA EN LOS ÚLTIMOS KILÓMETROS.
Con veinte kilómetros por disputarse el nerviosismo se hizo patente. Todos los combinados decidieron ceder el protagonismo al equipo español, que asumió el reto. Jonathan Castroviejo y Dani Moreno agitaron el gran grupo y a continuación el ritmo del vizcaíno hizo que los hombres que marchaban por delante perdiesen toda esperanza de victoria.
La última subida al Alto del Mirador fue el momento elegido por Kwiatkowski para lanzar el ataque a la postre definitivo. Por detrás tras un breve parón el que arrancó fue Joaquim 'Purito' Rodríguez, que mostró su enorme nivel y trabajó sin problema alguno para Valverde. El murciano aprovechó el ataque de su compañero para saltar y tras él muchos de los grandes favoritos. Desde Gerrans hasta el belga Philippe Gilbert, pasando por el italiano Vincenzo Nibali, aunque el tiburón se abrió rápidamente.
Un grupo con tanto gallo tiene el inconveniente de que nadie va a estar dispuesto a tirar. Algo que Kwiatkowski aprovechó para en la bajada del Mirador imponer un ritmo que le acercaba al maillot arcoíris. En el grupo parecía que Valverde se lanzaba a la persecución, pero se paró ante la falta de colaboración del resto, que no querían llevar al murciano en volandas hasta la meta, mal cliente 'Balaverde' para disputar un sprint así.
De hecho, si el pelotón no les cogió fue porque todo un campeón del mundo como Gilbert tiró de manera bestial del grupo para que su compañero Greg Van Avermaet tuviera opciones. A pesar del esfuerzo del belga, coger a Kwiatkowski fue imposible. Sin embargo la plata y el bronce se disputarían entre los seis del grupo perseguidor.
ENORME VALVERDE.
El segundo puesto del cajón se lo llevó Gerrans, el tercero el ciclista con mejor palmarés en la historia de los Mundiales. Un tipo de Las Lumbreras (Murcia) que a sus 34 años cuenta en su haber con 2 platas (Hamilton 2003 y Madrid 2005) y 4 bronces (Salzburgo 2006, Valkenburg 2012, Florencia 2013 y Ponferrada 2014).
Probablemente la figura de Valverde será valorada en su justa medida el día de su retirada. Un corredor capaz de luchar por la general en las Grandes Vueltas de tres semanas, en las de una sola, con victorias en las Clásicas y con seis medallas mundialistas. A buen seguro uno de los ciclistas más completos de todos los tiempos.