El presidente de la Coalición Nacional de Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), Ahmed Jarba, ha anunciado este domingo que la coalición opositora regresará a Ginebra para participar en la segunda ronda de las conversaciones sobre el conflicto siria, prevista para el 10 de febrero.
"Hay gente que intenta poner al ejecutor y a la víctima en el mismo nivel. Tenemos millones de refugiados y desplazados internos. Tenemos decenas de miles de detenidos y gente que ha sido secuestrada, y, pese a ello, seguimos buscando una solución política", ha dicho.
Así, ha dicho que la coalición "tomó la valiente decisión" de ir a Ginebra. "Apoyamos un proceso político que lleve a una solución democrática para Siria. Estamos comprometidos con la implementación del Comunicado de Ginebra, que incluye la formación de un Gobierno de transición", ha recalcado.
En este sentido, Jarba ha valorado que "así es como la CNFORS entiende el Comunicado de Ginebra, y así lo resaltaba la invitación que envió el secretario general de Naciones Unidas (Ban Ki Moon) a 40 países, además de a la CNFORS".
"El régimen de (el presidente sirio, Bashar) Al Assad está intentando utilizar todos los asuntos como moneda de cambio en las negociaciones. El régimen criminal incluso ha intentado utilizar la apertura de corredores humanitarios como moneda de cambio, y mató a más de 1.500 civiles mientras procedían las negociaciones", ha criticado.
"¿No es vergonzoso que mientras nos reunimos en una mesa de negociaciones el régimen utilice aviones MiG para bombardear a la población?", se ha preguntado. Pese a ello, la CNFORS ha decidido volver para una segunda ronda de negociaciones", ha dicho.
Jarba ha argumentado que la decisión se debe a que la coalición opositora "es seria" y "no miente". "Hemos tomado una decisión e iremos tan lejos como sea necesario. Sin embargo, aquí nos preguntamos si la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad, y particularmente Rusia y Estados Unidos, harán lo mismo", ha apuntado.
Por último, ha sostenido que la CNFORS "ha pedido la expulsión de todas las milicias de Siria". En este punto ha hecho referencia al partido-milicia chií libanés Hezbolá, del que ha dicho que ha estado involucrado en los combates en Siria desde hace más de un año y medio. "Además, está el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS), al que hemos derrotado en Alepo, Idlib y Hama", ha remachado.
SIN AVANCES EN LA PRIMERA RONDA
La primera ronda de conversaciones acabó el viernes sin avances significativos, si bien el enviado especial conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, dijo que se trataba de un "modesto comienzo".
Brahimi destacó que, siempre según su estimación como testigo de las conversaciones, ambas partes están comprometidas a la hora de discutir la puesta en práctica del Comunicado de Ginebra por el que se trazan las líneas maestras de un plan de paz integral para poner fin al conflicto, y tanto Gobierno y oposición reconocen la "necesidad urgente de poner fin a la violencia".
La base de la negociación ha sido el Comunicado de Ginebra aprobado el 30 de junio de 2012, en el que se pide el cese de la violencia en todas sus formas, y la creación de un Gobierno de transición que sustituya al presidente Bashar al Assad, cuestión esta última que ha sido rechazada en su totalidad por la delegación oficial siria.
"La distancia entre ambas partes sigue siendo grande, y no tiene sentido fingir lo contrario, aunque sí he percibido puntos de contacto", afirmó Brahimi a este respecto.
Brahimi valoró que ambas partes "estén convencidas de que el futuro del país debe quedar en manos del pueblo sirio, a través de medios pacíficos y sin injerencias extranjeras", y que reconozcan que precisamente el pueblo sirio "ansía vivir en un país genuinamente democrático, donde el Gobierno es transparente y está cimentado sobre los derechos humanos y el cumplimiento de la ley".