Los aficionados béticos de aquella gloriosa época de finales de los 90 recuerdan aún entre aquel equipo que durante tantos años repartió tantas alegrías, a un futbolista que, como se suele denominar en el argot futbolístico, se dejaba la piel en el campo, en cada balón y en cada uno de los partidos en los doce años que disputó vistiendo la elástica verdiblanco.
Juan Merino, protagonista el pasado lunes en el programa de deportes ‘Los hombres de negro’ de Ondaluz Sevilla, hizo acopio de todos y cada uno de los asuntos candentes en la actualidad helipolitana y no se mordió la lengua a la hora de mojarse en los temas dispuestos sobre la mesa.
Su nombre, incluso, sonó en la terna de entrenadores para sustituir en su día a Juan Carlos Garrido: "Entrenar al Betis es mi sueño, el de mis hijas y el de mi mujer. Cuando uno ya no es futbolista y empieza a dedicarse a esta profesión, pues siempre vive con la ilusión de un día poder debutar con el Betis. Por eso a Calderón le deseo todo lo mejor. Creo que han acertado en su elección. Aunque ha estado fuera de España, tiene experiencia y preparación”.
El beticismo se encuentra a flor de piel dada la nefasta tesitura en Liga que atraviesa el equipo, último clasificado, cuyo caos en lo deportivo, al menos Merino, tiene claro dónde se produjo: "Con Pepe Mel está claro se precipitaron. Si no hubiese habido resultados y de haber perdido tanto como se ha hecho, Mel a lo mejor hubiera sido destituido igualmente, pero lo decide la afición. De haber pasado eso, no hubiese acarreado lo que más tarde se produjo. La afición siempre es la que acaba determinando quién se tiene que ir y quién no”.
Para terminar, las críticas hacia cierto sector vinculado por su etapa ‘loperiana’ la contrapartida del amiguismo, fue objeto de duras palabras por parte del exjugador del Betis: "Independientemente de quien esté, que escoja a los mejores profesionales. Y no por amiguismo con uno u otro. El ejemplo claro es el de Miguel Valenzuela. Alguien que ha demostrado que, teniendo menos presupuesto que nadie, ha hecho un gran trabajo. ¿Ahora resulta que no es bético porque trabajaba con otra persona? Dejémonos en este sentido de estupideces y tonterías, pues es ahora cuando el beticismo ha de unirse”, concluía.