La historia del Betis está repleta de episodios tristes, especiales y extravagantes. Una muestra del último de ellos, es la eliminatoria de Copa del Rey en juego que el cuadro heliopolitano afrontará en su segunda parte esta tarde en San Mamés (19:30 horas) en busca de un hueco en los cuartos de final.
Hasta aquí todo parecería normal e ilusionante, de no ser porque la coyuntura de los verdiblancos en Liga es para echarse a llorar. Y aún así, colistas y con pie y medio (si no los dos ya) en Segunda, existe la posibilidad a estas alturas de la película de que pueda dejar en la cuneta a un rival mejor en todos los sentidos sobre el césped.
No obstante, la base del fútbol de élite es la competitividad y ningún equipo en ningún partido donde se juegue algo, puede permitirse el luego de dejarse llevar y poco menos que tirar la camiseta y el escudo al suelo. Esto no es más que el ser o no ser de Shakespeare elevado a la máxima potencia frente a un adversario, el Athletic de Bilbao, dispuesto a ir a por todas.
El equipo de Ernesto Valverde deberá remontar el 1-0 de la ida en el Villamarín con las ausencias de Markel Susaeta e Iker Muniain, en un once al que podría volver Calos Gurpegui tras cumplir el pasado sábado un partido de sanción por acumulación de amonestaciones.
Por parte del Betis, la buena noticia en la lista de convocados que facilitó este martes Juan Carlos Garrido, se centra en el regreso de Damien Perquis, después de dos meses de baja. Joan Verdú, Juanfran y Álvaro Vadillo se quedan fuera de la lista de 19 jugadores que parten a Bilbao.
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