“No puedo ser parte de una lista de laureados que incluya a Simón Peres. Él es el hombre que estuvo detrás de toda la política atómica israelí”, señala Vanunu en una carta enviada al Comité noruego del Nobel.
“Peres estableció y desarrolló el programa armamentístico atómico en Israel. Exactamente como el doctor (Abdul Qadir) Khan hizo en Paquistán; Peres fue el hombre tras la proliferación del arma atómica en Sudáfrica y otros estados. También estuvo, por ejemplo, tras la prueba del arma nuclear en Sudáfrica en 1978”, reza el texto.
Vanunu responsabiliza además al dirigente israelí de su secuestro en Roma en 1986 y del juicio secreto en que fue sentenciado “como espía y traidor a 18 años de cárcel en aislamiento en Israel” por sus revelaciones.
“Hasta ahora sigue oponiéndose a mi libertad, pese a que he cumplido una condena entera de 18 años”, agrega.
El ex “espía atómico” pide por tanto que se borre su nombre del listado de aspirantes al Nobel y que no se le nomine más mientras la Justicia israelí siga obligándole a permanecer en el Estado judío.
Desde su excarcelación en 2004, Vanunu es anualmente candidato al premio Nobel de la Paz a petición de varias organizaciones de derechos humanos.
Aunque ningún Gobierno israelí ha admitido la posesión de armas atómicas, los expertos militares calculan que el país tiene unas doscientas o trescientas cabezas nucleares.
En 1981 la prensa extranjera informó de que Israel ya era una potencia nuclear con un arsenal de doscientas unidades, capacidad que había adquirido desde la década de 1950 con la ayuda de Francia y de Alemania.
En 1986, Vanunu reveló los secretos guardados por Israel acerca de su capacidad atómica y entregó fotografías de la central de Dimona, donde trabajaba, al periódico británico “The Sunday Times”.
Seducido por “Cindy”, una agente de los servicios secretos israelíes en el exterior (Mosad), fue apresado en Italia, juzgado en Israel por alta traición y condenado a dieciocho años de cárcel.
Por su parte, Peres obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1994, junto con los entonces primer ministro israelí, Isaac Rabín, y líder palestino, Yaser Arafat, tras la firma de los Acuerdos de Oslo.