El Atlético Sanluqueño finalizó la temporada con el objetivo cumplido. La permanencia la certificó en la jornada 36 tras derrotar al Lucena en El Palmar. Los jugadores entrenarán este jueves y el viernes disfrutarán de un crucero por el río Guadalquivir a expensas de lo que dictamene el club con vistas a la próxima semana y en vísperas de la celebración de la Feria de la Manzanilla.
El conjunto verdiblanco finalizó la temporada ocupando el puesto 11. Su entrenador, Pedro Buenaventura, entiende que “se ha conseguido una clasificación digna para ser un recién ascendido. Durante la competición he huido siempre de hablar de puestos porque siempre prefería el día a día.
De haber estado mejor fuera de casa, hablaríamos de haber peleado de algo más porque quedamos a nueve puntos del cuarto clasificado”. De lo que ha sido la temporada resalta que “en casa hemos rozado el sobresaliente. De los cuatro primeros clasificados, tres cayeron en El Palmar y equipos como la Balona y el Almería, que han luchado por disputar la fase de ascenso a la Segunda División A, también. El público disfrutó con buenos partidos, aunque fuera de casa estuvimos al límite del insuficiente. De todas formas, es mejor ganar siempre como local”.
De su futuro en el Atlético Sanluqueño no suelta prenda: “Depende del club. Es el primer paso y ya después se verá qué pasa. Tampoco creo que esté en la obligación de manifestarme nada ahora mismo. Tampoco voy hablar de refuerzos hasta que sepa si voy a seguir o no”.
SEGUNDA ETAPA
Pedro Buenaventura ha afrontado su segunda etapa en el club verdiblanco. Sobre si ha notado si han existido muchos cambios entre una y otra dice que “El Palmar sigue teniendo la misma fuerza. Ahora cuenta con un público más joven y que anima mucho. La identificación con el equipo es la misma antes y ahora”. Sí valora que “el club ha mejorado y crecido mucho, como en cantera. Es un valor añadido. En cuanto a mi persona, se ha respetado mi trabajo a pesar de los problemas económicos que hemos padecido”.
De los partidos disputados, sobre si se quedaría con el que se jugó ante la Balona en El Palmar y que acabó con el resultado de 5-1, adelanta que “fue el más llamativo por el resultado final y porque actuamos con dos menos ante un rival muy potente”.
Asegura que no quiere utizarlo de excusa, aunque “los lunares negros lo tuvimos con las lesiones, que vinieron acompañadas de recaídas. La de Castillo fue importante por ser grave y de muchos meses. Nos venía muy bien por la forma de ser que tiene y parecía que teníamos una maldición en el puesto de lateral derecho. También tuvimos a Diego Ramírez y a Óscar Silva lesionados en la primera vuelta y lo notamos”.
