La vida de Alejandro se ha convertido en un camino de pocas rosas y muchas espinas. Con tan sólo dos años, su pequeño mundo que apenas atisbaba a descubrir se desvaneció en un accidente de tráfico que le ha dejado unas secuelas que dejan poco margen a la esperanza.
Ahora tiene 17 años y desde los dos convive y lucha contra una lesión cerebral denominada daño axonal difuso, que es uno de los tipos de lesiones encefálicas más frecuentes y más devastadoras, ya que el daño ocurre sobre sobre un área amplia más que en un punto focal del cerebro. Las consecuencias son tanto cognitivas como psicomotrices o en el área del habla.
Muchos habrían tirado la toalla, pero no él, ni sus padres, que se resisten a pensar que no hay opción a la mejoría para este joven onubense. Alejandro requiere de mucha atención para, al menos, mantener su situación, y la sanidad pública no cubre todos los cuidados que requiere. Un fisioterapeuta y un logopeda son sus mejores aliados para dar pequeños pasos en su mejoría.
Pero no es suficiente para sus padres, que no cejan en el empeño de encontrar la mejor atención para su hijo. Y parece ser que por fin han dado con ella. Se trata de un tratamiento de hormonas del crecimiento que, según su padre, José González, da muy buen resultados en pacientes como su hijo. De hecho, explica que de 3.000 casos, sólo una decena no experimentan mejoría.
Pero como todo lo bueno, también hay una parte mala. Se trata de un tratamiento muy costoso, ya que sólo seis meses (medicación más atención intensiva de fisioterapia y logopedia) tienen un coste de 30.000 euros, y de tener una buena evolución en esos primeros seis meses, el tratamiento debe continuar durante al menos dos o tres años.
Si se hace la cuenta del coste que supone para esta familia onubense afincada en Mazagón, la cifra, cuanto menos, asusta.
Sin embargo, los padres de Alejandro han buscado múltiples vías para poder financiar el tratamiento de su hijo, y por ahora han conseguido recaudar lo necesario para tres meses de tratamiento, que comenzó el 18 de marzo.
Además de los múltiples actos que organizan, la clave está en la recogida de tapones de plástico, que venden a una empresa de Palencia (Castilla y León), que les paga 200 euros por cada tonelada que entregan.
Hasta el momento, los onubenses, e incluso de fuera de la provincia, se han volcado con esta familia, pero la lucha no ha hecho más que empezar, y Alejandro requiere de muchos más tapones para poder completar su tratamiento.
“No cuesta nada”
Por eso, esta familia hace un llamamiento a la ciudadanía para que aporte su granito de arena. Su padre recuerda que “un tapón no cuesta nada”, es un gesto muy simple que puede mejorar notablemente la vida de su hijo.
Hay muchos puntos de recogida de tapones en Huelva, como en los polideportivos Andrés Estrada y Diego Lobato, en el Patronato de Deportes o en la Policía Local. Además, ante cualquier duda, en la web taponesdelailusionparaalejandro.webnode.es pueden contactar con sus padres y conocer más a fondo la historia de Alejandro.
Al margen de la recogida de tapones, también han realizado otras actividades, la última un torneo solidario de fútbol 7 el pasado 1 de mayo en el campo de fútbol de Pérez Cubillas. Y ahora centran sus fuerzas en preparar un concierto de bandas profesionales el 8 de junio en la Plaza de Toros de Huelva.
Está en tu mano poder ayudar a Alejandro, sólo basta con no tirar el tapón a la basura y entregarlo a su familia.