La Junta de Andalucía, a través del Plan de Ordenación del Territorio del Litoral Occidental de Huelva, ha puesto sobre la mesa una decisión salomónica en torno a "La Flecha", una porción de tierra en la costa de Huelva única por crecer cada año y ser dos ayuntamientos, Lepe y Cartaya, los que se la disputan.
Este Plan, elaborado por la Consejería de Obras Públicas, parece haberse diseñado de forma salomónica, ya que da una parte de razón a cada ayuntamiento, y también se la quita en parte, de modo que el nombre que le adjudica, "Flecha del Rompido", es el que demanda Cartaya, pero a su vez marca toda su línea litoral como "Playa de Nueva Umbría", el nombre que Lepe reclama para este terreno.
Bien es verdad que el debate sobre esta "colonia" ha decrecido desde 2011, cuando las elecciones municipales mantuvieron al PP en el Ayuntamiento de Lepe y dieron a este mismo partido responsabilidades de Gobierno en Cartaya en coalición con un grupo independiente.
Años atrás, esta flecha de tierra única ha sido objeto de más de una pelea, hasta el punto de que el Ayuntamiento de Lepe amenazó con llevar a los tribunales a todo aquel que no la llamase por su nombre lepero.
Lepe defiende que "por su localización, el topónimo con el que conocemos y nombramos popularmente a esta zona es Flecha de Nueva Umbría, encontrándose dentro de los límites del término municipal de Lepe, tal como se desprende de diversas fuentes cartográficas estatales y autonómicas".
Se trata de una declaración de 2008, la última en la que hubo una pronunciación oficial, que fue contestada con estos términos desde Cartaya: "El Ayuntamiento lepero no es el titular de la Flecha de El Rompido sino el Ministerio de Medio Ambiente, por tratarse de un terreno del dominio público marítimo terrestre".
En medio, hay un matiz importante: en los años 60 la Flecha fue comprada por una empresa privada, NUSA (Nueva Umbría Sociedad Anónima), con la firma intención de urbanizarla, con la mala suerte de que el Gobierno de Franco sacó adelante meses después una Ley de Costas que paralizó cualquier ladrillo en este paraje natural.
Y es que la Flecha es única en muchos sentidos, ya que ha experimentado en el último año un crecimiento de unos 30 metros, cumpliendo la media que la naturaleza aporta a su superficie desde hace unos dos siglos.
Así se refleja en un estudio realizado por la Universidad de Sevilla que señala que su particular morfología la convierte "en una porción de tierra única en Europa", además de ser un lugar único por la vegetación que alberga.
En la flecha conviven distintos parajes naturales "como playa, arena y marismas", lo que la convierte en algo singular en el litoral español.
A pesar de lo llamativo del dato de su crecimiento, en la década de los 60 se llegó a calcular una superficie añadida cada año de 60 metros, para una superficie de tierra que tiene unos 300 metros en su punta y unos 700 en su parte más ancha, que se encuentra en el nacimiento.
La flecha alberga, además, la única playa nudista oficial de la provincia de Huelva, así como una serie de cordones dunares que han sido recientemente remodelados por el Ministerio de Medio Ambiente, con un presupuesto de 857.738 euros.
Las obras consistieron en la regeneración del sistema dunar de la zona mediante la instalación de varios artefactos captadores de arena, la recuperación de la cubierta vegetal mediante la plantación de especies autóctonas propias de ecosistemas dunares y la limitación de la excesiva presión de visitantes en las zonas más frágiles.