El Gran Hotel Cervantes de Torremolinos (Málaga), que se encuentra en concurso de acreedores, registra una ocupación del 100 por cien, cifra superior a la contabilizada durante la temporada de invierno, cuando se situó por encima del 90 por ciento, según ha explicado el sindicato CCOO.
"A pesar de la situación de crisis, es uno de los hoteles con mejor ocupación de todos los de su entorno", ha manifestado a Europa Press la secretaria general de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO de Málaga, Lola Villalba, quien ha indicado que la previsión es mantener estas cifras a lo largo del año.
Asimismo, ha indicado que la intención es mantener el hotel ya que se está invirtiendo en el --compra de material necesario para la actividad del mismo, por ejemplo--.
En el Cervantes del municipio malagueño, con más de un centenar de trabajadores, la ocupación siempre ha sido satisfactoria. Este hotel formaba parte de Hotasa, la cadena de la familia Ruiz Mateos conformada por una quincena de establecimientos, dos de ellos en Andalucía, con un total de trabajadores que superaba el millar.
Tiene unas 400 habitaciones y cuatro estrellas de categoría; de hecho, fue remodelado de forma integral en 2007, para lo que Hotasa invirtió unos 12 millones de euros.
Los administradores concursales de Clesa, empresa láctea propietaria del establecimiento hotelero que adquirió este activo a Nueva Rumasa a pesar de no tener nada que ver con su actividad ordinaria; siguen buscando un comprador sin hacerse efectivo, aunque, según ha señalado, hay empresas interesadas.
La dirigente sindical ha asegurado que "nos preocupa que finalmente la empresa dueña del edificio --Clesa-- intente, de alguna forma, dar salida a la explotadora --Europa Center, que es donde están los empleados dados de alta--", la cual "ha estado siempre ligada al edificio hasta que Ruiz Mateos se la pasó a Clesa y desligó la explotación de la propiedad".
No obstante, "vamos a pelear por que los trabajadores sigan vinculados a la propiedad, no solamente a la explotación", ha apostillado Villalba, para quien "la solución pasa por que llegue una empresa, compre el edificio y lo siga explotando como hotel y mantenga la actividad".
