Medrano negó que la prohibición estuviera motivada por el perfil fascista del escritor sino para evitar altercados con grupos antifascistas. Durante la semana previa al acto, que finalmente se llevó a cabo sin altercados en el patio del centro cívico, la Coordinadora Antifascista de Sevilla emprendió una campaña de envío de emails y llamadas al centro cívico para pedir que no se facilitara el espacio municipal para el homenaje. Medrano, que pensó que se podía “amparar en la Ley de Memoria Histórica” y creyó que el acto podía dar lugar a “enfrentamientos”.
Un acto literario
El acto tuvo exclusivamente un marcado carácter literario, aunque en la solicitud del espacio los organizadores no lo especificaron, como se pudo comprobar ayer en el juicio.
La entonces directora del Centro Cívico, que testificó en el juicio, aseguró que los solicitantes cumplían con todos los requisitos y que se limitó a cumplir órdenes. También aseguró que el presidente de la Fernando III la llamó “títere” y “payaso” cuando le comunicó por teléfono la revocación del acto. Un funcionario, jefe de servicio, aseguró que “sin duda” era de “suficiente entidad” el riesgo de altercados.
Diego Valderas apoya a Medrano
El coordinador de IU en Andalucía, Diego Valderas, dijo aqyer que “nunca pensamos que defender la democracia frente a actitudes o elementos fascistas pudiera tener tanto costo y riesgo”.