Según ha explicado el presidente del comité de empresa, José Peña, los paros se alargarán hasta este jueves, después de no llegar a ningún acuerdo en la reunión a tres bandas que han mantenido con la alcaldesa roteña, Eva Corrales, y la empresa, que asumió el servicio en noviembre del año pasado, ya que rechaza continuar con las condiciones laborales ya pactadas y derechos adquiridos en el convenio colectivo anterior y "viene con el ánimo de llevar a cabo recortes salariales".
Así, tras llevar a cabo durante el pasado mes de noviembre dos días de paro "que no surtieron efecto", la plantilla ha decidido en asamblea ajustar un nuevo calendario de protestas que continuarán hasta que la empresa "se siente a negociar con otro punto de vista" y así, tras los paros que celebrarán este jueves, darán a la empresa "un compás de espera" hasta enero.
Asimismo, los representantes de los trabajadores también han recalcado que cuando se adjudicó este servicio se hizo con un año de retraso, "después de haber retenido la resolución durante todo ese tiempo", con idea de concederla a la oferta más barata, aunque cuando entró en servicio sólo podría afrontar la mitad de lo dispuesto en el contrato, debido a que carece de trabajadores suficientes para poder asumirlo todo con las máximas garantías de seguridad y prevención de riesgos laborales.
Otra denuncia de los delegados sindicales es que los militares norteamericanos, al ser los que financian el contrato de servicio, no actúan ante las faltas cometidas respecto al mismo, "por lo que somos los trabajadores los que nos vemos abocados a luchar contra la empresa para hacer cumplir con lo establecido, según las leyes españolas", han añadido.
Según ha asegurado Peña, entre 300 y 500 aviones diarios pasan por el aeropuerto de la base roteña "dependiendo del ambiente político que se viva en el momento, con guerras o no".