Fajardo presentó el pasado 11 de mayo su renuncia a finalizar las obras de ese edificio, que comenzaron en 2007, al considerar que había una situación irregular en el estado económico-administrativo de la obra y por el impago de honorarios, tras lo que se querelló contra varios miembros de la anterior cúpula de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
Fajardo presentó asimismo una denuncia ante el Colegio de Arquitectos de Sevilla al entender que el arquitecto Rafael García Diéguez, contra el que ahora se ha incoado un expediente, había asumido presuntamente las labores de dirección de las obras antes de que se las encargaran.
Según el expediente del Colegio profesional, los hechos denunciados pueden infringir sus estatutos sobre los deberes profesionales de los colegiados y constituir una infracción grave que puede ser sancionada con una suspensión del ejercicio profesional de hasta dos años.
El pasado mayo Fajardo explicó que la SGAE podía haber infringido la Ley de Propiedad Intelectual ya que no le había requerido el oportuno permiso para que otro arquitecto continuara con el proyecto de las obras.
El Juzgado de Instrucción número 54 de Madrid admitió a trámite finales del pasado agosto la querella presentada por Fajardo contra varios miembros de la anterior dirección de la SGAE, entre ellos Eduardo Bautista, por un presunto delito contra la propiedad intelectual en relación a estas obras.