Las negociaciones que se vienen manteniendo con la empresa matriz han dejado claro que la multinacional desea abandonar a toda costa la producción de papel en la ciudad.
Así, a pesar de los denodados esfuerzos de los representantes de trabajadores y el mayoritario respaldo social al mantenimiento de la factoría, Torraspapel se ha mostrado inflexible en su decisión de echar el cierre a toda actividad industrial.
En esta línea, el portavoz del comité de empresa, Francisco Díaz, aseguró que “la perspectiva con Torraspapel es nula ya que han hecho este Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por motivos comerciales”.
De esta forma, el objetivo pasará por “intentar lograr un acuerdo en los mejores términos posibles. De no ser así, deberá ser el director general de Trabajo quien resuelva el ERE”.
Con todo, la representación sindical trabaja para que “las instalaciones sigan abiertas. Si no puede ser con Torraspapel, con otro accionista. Nuestros últimos pasos van encaminados en esa dirección”. En este sentido, Díaz señala que “contactos para abordar esta posibilidad se han venido manteniendo durante todo el proceso y esperamos obtener una respuesta pronto”.
Así, desde el comité de empresa se resalta que “la Junta está luchando desde el principio por no perder esta industria de la ciudad. Esperamos llegar a buen puerto y la esperanza no la perdemos. De hecho, estamos muy ilusionados y tenemos confianza en el Gobierno”.
Madrid
En principio, el equipo de representantes de los trabajadores tenía previsto desplazarse hoy hasta Madrid para preparar el nuevo encuentro que mantendrán mañana con Torraspapel para tratar de cerrar un acuerdo por el cese de actividad.
Un desplazamiento hasta la capital del país que tendrá una parada primero en Sevilla para mantener una reunión previa en UGT.
Para esta última fase se ha “preparado una plataforma, aprobado por unanimidad por los trabajadores en una asamblea informativa” celebrada el pasado lunes.
Según el comité de empresa, las bases sobre las que afrontar esta última etapa “son muy similares a las de la fábrica de Sarriá. A pesar de que cada factoría tiene sus particularidades, ya que en Sarriá sólo se cierra una línea de producción y no la factoría al completo, las reivindicaciones son similares”.
