El XLV Concurso Oficial de Romanceros del Carnaval de Cádiz 2025 ya tiene ganadores. La propuesta de Kiko Butrón y Txapela Camina o revienta fue la gran triunfadora en una entretenida e intensa final celebrada este jueves 27 de febrero en un Gran Teatro Falla lleno hasta la bandera.
El segundo premio recayó en Aquí donde me veis, por una chispa no soy rey, de Luis Alfonso Martínez Viejo; completó el podio la gran sorpresa de la jornada, Cádiz, ciudad de vacaciones; el cuarto premio fue para El penúrtimo gaditano de Benítez y Monano; y finalmente el quinto recayó en Javier Outón gracias a su propuesta Quillo, todo el día dando la nota. Asimismo, el Kuki y el Ketama ganaron el premio al mejor cartel por San Francisco de Hachís y San Martín de Porros.
Los romanceros finalistas hicieron Carnaval con mayúsculas, pues supieron combinar con acierto el humor con la crítica. La turistificación, los problemas para acceder a una vivienda y la despoblación de la capital estuvieron muy presentes sobre las tablas. Para reír y también para reflexionar.
La final comenzó por todo lo alto gracias a Camina o revienta de Kiko Butrón y Chapela, defensores del tercer premio logrado el pasado año con IA IA OH. Su recorrido a bordo de la línea 2 resultó hilarante, con una batería de juegos de palabras tan kilométrica como el recorrido de su autobús. Justos vencedores. También agradó la propuesta de David Caro Betanzos como Pepe el Espía, con grandes dosis de actualidad y mucho mensaje. El recurso de las notas, espectacular.
A continuación, destacó la interpretación de Luis García-Verdugo como el maestro de ceremonias circense de En la carpa yo te espero. Tras su propuesta, despuntó Javier Outón encarnando a Vivaldi con el romancero Quillo, todo el día dando la nota. Outón, una de las revelaciones del pasado certamen con Quillo, tómatelo con filosofía (quinto premio), derrochó ingenio en la exposición de un texto muy cuidado.
Se llegó al ecuador de la función de la mano de Luis Alfonso Martínez Viejo, con el romance Aquí donde me veis, por una chispa no soy rey. Interpretó ni más ni menos que a Alfonso de Borbón, el hermano del rey emérito fallecido a los 15 años presuntamente por accidente a manos del propio Juan Carlos I. Tras el terrible suceso fue “al cielo de los fachas” y allí se puso a “pasar revista, estaban Sánchez Dragó, Fraga y un montón de coristas”. Grandes dosis de humor negro en sus cuartetas, muchas de ellas absolutamente brillantes.
Alcanzado el ecuador de la sesión, se llevó a cabo el homenaje a un clásico como Manuel Ponce Wito, reconocido con el Cartelón de Oro 2025. Sus compañeros de modalidad, entre ellos finalistas y caras tan conocidas como la de los hermanos Barba o Salvador Fernández Miró, le dedicaron unas cuartetas. El protagonista respondió también tirando de rimas. “El romancero está de moda, trending topic, qué locura. Somos más que Carnaval, somos ya Cultura”, subrayó.
Tras este pequeño paréntesis, la función continuó con La colirio, de Nazaret Jiménez Díaz. La historia de la última coplera (“¡folklóricas a la calle!”) ofreció buenos momentos al respetable. También lo hicieron los debutantes Francisco Cortejosa Lobato y Jacinto Gutiérrez Arévalo con Cádiz, ciudad de vacaciones. Destacó el contenido crítico de su texto, en torno a la turistificación de Cádiz. Y es que en la ciudad ya no queda nadie de aquí… Lo bueno es que “no morirá ningún gaditano el día que venga el tsunami”. Genial idea lo de ser contratados como figurantes en su propia ciudad. Grata sorpresa.
Ya encarando la recta final de la función, llegó el turno de uno de los platos fuertes de la jornada, el romancero de Monano y Benítez El penúrtimo gaditano, defensor del primer premio conquistado en 2024 con Nostalgia de hueva. Representaron a gaditanos del futuro que vienen a alertar de que en 15 años “no vivirá en Cádiz ninguno”. Y es que en el 2050 la ciudad estará “mucho más empetá, hay 200.000 personas y sólo dos empadronás”. La idea y su desarrollo, una auténtica joya.
La penúltima propuesta de la noche fue Hilma af Klimt de la calle Pasquín, romancero de Raquel Barcala Mateo y Karim Aljende Medina. Encarnaron a la pionera del arte abstracto y al también pintor Vasili Kandinsky. Lo suyo es el surrealismo, tanto como que “pobres voten facha”. Finalmente, cerró la función unos minutos antes de la medianoche José Pereira Joselini con Una vez al año, no hace daño. Tirando caramelos al público llegó el rey Melchor, que puso un digno cierre a la función. Con el público en sala y los participantes en las tablas, el jurado coronó a Camina o revienta como el ganador de la presente edición.
El jurado oficial del XLV Concurso Oficial de Romanceros ha estado presidido por Cristina Sánchez de la Campa Galán, con José Manuel Olmedo Ruiz como secretario y Marisa de la Rosa Marchante, María Belizón Delgado, Luis Labajo Altamirano y Antonio Flores Cabilla como vocales.