El sector de la vid sigue, casi un año después, a la espera de la firma del nuevo convenio laboral entre los sindicatos y la patronal Fedejerez. UGT Fica Cádiz, que había dado de margen hasta el pasado noviembre, ha anunciado este martes que va a elaborar un documento con el que intentar dar una salida a la situación, ya que "no entendemos que no esté ya firmado", ha expresado Antonio Montoro a la salida de la reunión celebrada con los delegados de los trabajadores de las diferentes bodegas y empresas del sector de la vid.
El representante sindical ha subrayado que no se ha vuelto a convocar una nueva reunión desde el 6 de noviembre, por lo que han decidido dar un nuevo paso para propiciar la firma definitiva del convenio.
Montoro ha señalado a la finalización de la reunión que ha recogido la "insatisfacción de los delegados a partir de todo lo que les transmiten los trabajadores". En este sentido, va a solicitar una reunión con CCOO y esperar un tiempo "prudencial, porque no se puede demorar esto cuando no hay sentido de hacer".
El sindicato no habla aún de movilizaciones, aunque si transcurrido el tiempo no hay avances tiene previsto convocar a las plantillas y "que sean los trabajadores los que decidan lo que quieren hacer, pero el objetivo de este sindicato es sentarse a negociar, valorar y tener una buena actividad en la negociación de cara a cerrar el convenio colectivo".
Montoro ha insistido en que "no entendemos que no esté ya firmado el convenio". No sólo eso, ha remarcado que está "sin negociar prácticamente en casi todos sus artículos", de ahí su intención de abordar la cuestión en primer lugar con CCOO y acudir a continuación a la patronal "para decirles hasta dónde está dispuesto a llegar este sindicato, porque no podemos seguir en esta actitud".
Negociación
La negociación del convenio de la vid sigue enquistada tras casi un año desde el inicio de la negociación y, de momento, no se observan avances ni en cuestiones salariales ni en la flexibilidad horaria. Tanto es así que el secretario general de UGT FICA, Antonio Montoro, ha llegado a pedir “un poco de empatía” a Fedejerez para poder cerrar un acuerdo “cuanto antes” que evite recurrir a medidas de presión.
A este respecto, a finales del pasado mes de noviembre, Montoro ya hacía alusión a que el sector está ante una situación “complicada” porque la subida del 1,5 por ciento que plantea la patronal “no satisface las perspectivas” de unos trabajadores que “no pueden perder poder adquisitivo”. Del mismo modo, otra de las cuestiones que genera mayor controversia es la “flexibilidad” que pretenden imponer las bodegas. Los representantes de los trabajadores entienden que “ocasionalmente” se puedan realizar labores “fuera del horario habitual”, pero esa “no debe ser nunca la norma ni servir para incrementar la jornada laboral”. Por eso, se aceptaría cierta flexibilidad “siempre que estuviera justificada, fuera de carácter voluntario y conllevara un descanso compensatorio y una retribución digna” que compensara el “esfuerzo” de los trabajadores. Hasta ahora, la patronal limita esa “voluntariedad” a la “forma de compensar” al personal, “bien a través de horas extraordinarias camufladas o bien para cambiar los fines de semana o festivos por otros días laborables más una mísera compensación económica”.
La parte social defenderá “hasta la saciedad” que los trabajadores “no pierdan poder adquisitivo”, aferrándose al Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), “que ha servido de marco en la mayoría de los convenios colectivos”, abogando además por consolidar “la paga del 1,5 por ciento”. Sin embargo, la patronal “ha abandonado su planteamiento de incrementos al AENC y tampoco toma como referencia el IPC”, poniendo sobre la mesa “una propuesta de incrementos muy por debajo” de las “pretensiones” de los trabajadores y condicionándolo además “a la flexibilidad y la disponibilidad casi gratuita” de las plantillas.