Zapatero se ha dado hoy el primer baño de masas de la campaña socialista, en un acto celebrado en la plaza de toros de Valencia, abarrotada por unos 15.000 militantes y simpatizantes del PSOE, según los organizadores.
En uno de los territorios más afectados por el "caso Gürtel", y pese a que desde Ferraz se esperaba que Zapatero hablara de la corrupción del PP, lo cierto es que no ha hecho la más mínima referencia expresa a ello.
Sin eludir a Francisco Camps, sí ha puesto al candidato del PSOE a la Comunidad valenciana, Jorge Alarte, como el exponente de la dignidad política, y ha pedido "el voto decidido y valiente" para él.
Un voto para quien está dispuesto "a abrir un nuevo tiempo" y a gobernar para la mayoría, a quien "no les ha ofrecido demagógicamente un futuro fácil".
Delante de Alarte y del candidato socialista a la Alcaldía de Valencia, Joan Calabuig, Zapatero ha querido dejar claro que "hay partido" para jugar hasta las elecciones del día 22 y que "va a haber sorpresa".
No tiene dudas en este sentido de que habrá una sorpresa en las elecciones del 22-M en contra del PP, que creía que iba a ganar "en todos los sitios" con un único programa: "Jalear a la crisis y el paro".
Frente a ello, se ha declarado responsable personalmente de cada una de las personas que han perdido su empleo en esta crisis.
Mientras tanto, Rajoy trata de pasar "de puntillas" por todo a la vez que intenta llegar "en volandas a la Moncloa", sin haber aportado ni una sola idea para salir de la crisis y sin haber arrimado nunca el hombro.
Como en todos los actos a los que acude en esta campaña, ha sacado pecho por las políticas sociales de su Gobierno en estos siete años y ha justificado las reformas efectuadas.
De manera muy enérgica, ha pedido el voto para los candidatos socialistas porque son los que defienden los derechos sociales, la igualdad, el Estado del bienestar y la convivencia.
Es imposible, a su juicio, que de la boca de un socialista salgan palabras como las del candidato del PPC por Barcelona, Alberto Fernández Díaz, sobre los inmigrantes, y ha pedido expresamente a Rajoy que le desautorice.
"¿Dónde están situados políticamente los que dicen eso de los inmigrantes?", se ha preguntado Zapatero, antes de comparar al PP con el partido de ultraderechas de los Auténticos Finlandeses.
Con un público entregado, que ha aguantado estoicamente el sol que caía de plano sobre el coso valenciano, Zapatero ha estimado que el PP no habla de las elecciones municipales "porque no tienen nada que ofrecer", en contraposición con el PSOE, que ha transformado barrios, pueblos y ciudades y ha creado centros educativos o sociales gracias al Plan E.
Además, ha añadido, los socialistas cuentan con una política de urbanismo y de vivienda, basada en la rehabilitación, el impulso al alquiler y el fomento de las viviendas sociales.
En cuando a las elecciones autonómicas, ha dicho que el PSOE puede presumir de haber puesto en pie un nuevo modelo de financiación, y el único interés del PP es recortar las políticas sociales y los servicios públicos, al creer que son "un gasto insostenible y completamente improductivo".
Para los socialistas, por contra, son un gasto prioritario.
Rodríguez Zapatero ha aprovechado su intervención para defender el anteproyecto de ley de muerte digna aprobado ayer por el Consejo de Ministros con el argumento de que "no hay nada más humano que facilitar que una persona pueda en la última etapa de su vida morir con dignidad.
No han faltado las críticas a Canal 9 por parte de todos los oradores, incluso del propio Zapatero, que ha sostenido que el PP intoxica y manipula de "manera vergonzosa" ese canal porque, a su juicio, es la única manera que tiene de ganar las elecciones.
Le ha precedido en la tribuna Jorge Alarte, que ha defendido "la dignidad del abuelo de Zapatero", fusilado en la Guerra Civil, una dignidad que, según ha opinado, ni "Camps ni los suyos conocen"