Las víctimas, representadas por la asociación “Supervivientes de abusos sexuales del clero”, que agrupa a afectados de todas las confesiones cristianas, se reunieron en Londres para tratar sobre el inminente viaje del Pontífice.
Acordaron que recopilarán un libro con sus mensajes personales e intentarán entregárselo durante los actos previstos en Inglaterra y Escocia, ya que, de momento, sus peticiones para reunirse personalmente con él han sido rechazadas.
El grupo, cuyos miembros aseguran que fueron agredidos por sacerdotes durante su infancia, reclama una investigación sobre la actuación del clero, cuidado pastoral y financiación de apoyo a las víctimas.
“No queremos más palabras del Vaticano, queremos hechos”, subrayó durante la conferencia una de las afectadas, Margaret Kennedy, quien añadió: “¿qué van a hacer para reparar nuestras vidas?”.
Paralelamente, en una encuesta difundida por la BBC, elaborada por ComRes entre británicos católicos del 6 al 9 de septiembre, un 52 por ciento de los participantes afirma que ver la escala de los abusos por parte de la jerarquía católica y la gestión de los mismos hizo que se “tambaleara” su fe en la Iglesia.
Los obispos, siervos del hombre
El papa Benedicto XVI recordó a los obispos que su misión es “ser siervos de la humanidad”, en un discurso dirigido a los nuevos prelados que participaron en un seminario organizado por la Congregación de la Evangelización de los Pueblos.
El Papa, que recibió a los nuevos prelados en Castel Gandolfo, donde se ha trasladado para pasar el verano, señaló que “la verdadera dignidad de los obispos es convertirse en un siervo de todos, hasta dar su propia vida”.
Advirtió además que el episcopado, como el presbiterado, no se pueden entender como algo mundano ya que está al servicio del amor.
“El obispo tiene que servir a la Iglesia con el estilo de Dios hecho hombre, convirtiéndose siempre más en siervo del Señor y de la humanidad”, agregó.
El Papa también recordó a aquellos obispos que viven en situaciones difíciles, donde, “además de las varias formas de pobreza, se producen también persecuciones a causa de la propia fe cristiana”.
Les instó a que “alimenten la esperanza” de los fieles y “compartan con ellos sus dificultades”.