Rajoy, que dijo desconocer "absolutamente" dónde puede estar el origen del conflicto, quiso enviar su "solidaridad, afecto y cariño" a las mujeres que forman parte del Cuerpo Nacional de Policía y que, dijo, "han sido objeto de todo tipo de humillaciones por parte de algunas personas en la frontera de España con Marruecos". Por ello, requirió: "quiero que el Gobierno actúe".
Sin embargo, considera que el Ejecutivo ha demostrado una "debilidad" que ha calificado de "impropia de una democracia avanzada" como la española y de una "potencia como es España". "Es inaceptable que el Gobierno español haya desaparecido", exclamó.
En este sentido, ha criticado duramente la ausencia del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos durante todo la crisis con el país vecino, así como del cuerpo diplomático.
"El ministro de Asuntos Exteriores no existe, el embajador de España en Rabat no está, el cónsul de España en Nador no está", recordó Rajoy, quien aseveró que el ministro Moratinos "está para algo". En cuanto al embajador, considera que "no puede estar de vacaciones o sin haber tomado posesión" cuando se han producido circunstancias como las de la frontera de Melilla.
En opinión de Rajoy, en este asunto se ha producido una "dejación de responsabilidades, una abdicación total de lo que corresponde hacer a un Gobierno" en relación con las agresiones que se han sufrido en la frontera con Marruecos.
El presidente de los populares considera que lo primero que debe hacer el Ejecutivo de Zapatero es "dejar de ser débil", "hablar las cosas" con Marruecos y "ser claros".
En su opinión, se está hablando de una frontera que "también es una frontera europea" y "por lo tanto, Marruecos tiene que explicar qué es lo que está ocurriendo" y España "no tiene que explicar nada". "Yo quiero que el Gobierno español hable con el Gobierno marroquí, que le pregunte qué es lo que está ocurriendo allí, que le pregunte por qué se ha agredido a agentes espoñolas y por qué se ha producido el boicot", exclamó.
"Yo lo que quiero es claridad --prosiguió-- y que haya un servicio exterior que funcione, que hable, que nos diga lo que está pasando y que nos diga qué hay que hacer para que entre los dos se busquen soluciones y se tenga una buena relación".
"EL GOBIERNO NI SE PREOCUPA, NI VA, NI DICE, NI LLAMA"
Rajoy, quien recordó que "Melilla es España, como todo el mundo sabe, desde hace ya cientos de años", defendió también las visitas de José María Aznar y de su vicesecretario de comunicación, Esteban González Pons a la ciudad autónoma a lo largo de esta semana.
"El señor Aznar es un ciudadano español, que además ha sido presidente del Gobierno y tiene perfecto derecho a ir" a hablar con la gente de Melilla y a "solidarizarse con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente con las mujeres policías, que han sido objeto de toda suerte de agresiones", aseveró.
Según Rajoy, se trata de visitas, las de Aznar y González Pons, "para que la gente española que hay en Melilla vea que hay alguien que se preocupa por ellos, ya que el Gobierno de España ni se preocupa, ni va, ni dice, ni llama". El dirigente popular se quejó, al respecto, de que "el Gobierno no ha llamado a nadie del PP, ni al presidente de la ciudad de Melilla".
GUARDIA CIVIL
El vicepresidente de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO), José Juaquín Jiménez, ha calificado los incidentes en la frontera de Melilla como "un conflicto de consumo interno, por problemas del propio país" pero aún así de que el Ejecutivo debería tener "un acto de firmeza ante Marruecos".
En declaraciones a la cadena COPE, ha expresado que se han "extrañado mucho" por todo el sistema "que ha montado Munaim Shauki", el representante de la Coordinadora de la sociedad civil del norte de Marruecos y miembro del Comité por la liberación de Ceuta y Melilla.
Además, el vicepresidente de la UO no pone en duda "la profesionalidad, la integridad y el buen hacer de las Fuerzas de Seguridad del Estado en la frontera".
Por otra parte, en relación a los problemas que hay entre la Guardia Civil y el Ejecutivo, ha mantenido que los agentes están "muy preocupados por la Ley de Carrera Militar" y ha deseado que ante las futuras peticiones que presentarán ante el Ministerio del Interior y la manifestación que han convocado para el 18 de septiembre, el Gobierno "de una respuesta" porque hasta ahora se han encontrado con una "cerrazón".
Según Jiménez, "el ministro de Interior dice que los Guardia Civiles tienen que cumplir la ley y sin embargo el que la tiene que cumplir es él mismo, ya que la propia ley militar le impone la integración de escalas de forma inmediata".