El balance de julio, elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y conocido ayer, constata que la primera mitad del mes fue muy cálida en toda España, mientras que la segunda fue fresca o normal en el tercio norte peninsular y moderadamente cálida en el resto, si bien con temperaturas mínimas elevadas en Levante, Andalucía y Extremadura.
Considerando el mes entero, podría decirse que julio fue cálido o muy cálido, con una “anomalía positiva” de 1,8 centígrados para el conjunto del país.
El calor se hizo notar más en la zona centro, meseta sur y en los cuadrantes noreste y suroeste peninsular, mientras que en la costa cantábrica y extremo occidental de los Pirineos los registros fueron sólo un grado por encima de la media de los tres últimos decenios.
En la mitad sur peninsular se alcanzaron 40 grados o más de temperatura máxima en muchos puntos a lo largo de todo el mes.
También se llegaron a los 40 grados en la primera decena del mes en el Valle del Ebro y el día 29 en la parte sur del interior de Galicia.
La temperatura máxima más alta en los observatorios se registró en Badajoz el día 29: 41,8 grados.
A lo largo del mes se dieron noches muy cálidas (más de 25 grados de mínima) en muchos puntos de Andalucía y Extremadura.
También se dio una persistencia de noches cálidas en Levante y los archipiélagos balear y canario en la segunda mitad del mes.
La mínima más alta se midió en Almería el día 5 y fue de 27,5 grados, mientras que la mínima más baja se registró en Vitoria el día 24 y fue de 6,2 grados.
Por otro lado, en amplias zonas de España apenas se produjeron lluvias a lo largo de julio; fue un mes seco o muy seco.
Sin embargo, fue más lluvioso de lo normal en la zona del Prepirineo que va de la parte occidental de Navarra a Lérida y en la zona que rodea al Ebro.