Los trabajadores de los astilleros Navantia, entre ellos los de la planta de San Fernando, afrontan tras el verano la llegada de elecciones sindicales que se van a producir en todos los centros del grupo industrial. De hecho, se prevé que la convocatoria tenga lugar el próximo mes de octubre. Esta circunstancia puede alargar aún más las fallidas negociaciones del plan industrial “horizonte 5.0” así como el nuevo convenio colectivo, ante el rechazo de las distintas representaciones sindicales a la propuesta de la empresa de hacer modificaciones en el documento aún vigente.
Después de algunas movilizaciones en los distintos centros de trabajo para visualizar la situación, la llegada del verano así como el principal período de vacaciones del grueso de la plantilla de la Bahía, que es el mes de agosto, pone distancia a que se retomen los contactos entre las partes.
En el caso del astillero de San Fernando, las pruebas de mar de la corbeta “Unayzah”, la quinta y última del programa iniciado en 2018 para la marina real Saudí, acercan el punto y final a un contrato que se inició en 2018, y ha supuesto una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas.
El contrato incluye, además de la construcción que se da por terminada en el astillero isleño, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales. Esta quinta corbeta se terminará de perfilar su puesta a punto en puerto saudí.
La plantilla del astillero de San Fernando tiene como reto ahora un único contrato en firme: la construcción de un patrullero de altura para Marruecos, cuyo corte de chapa se produjo hace sólo unas semanas. Está será la única actividad tras el verano en la planta naval isleña, mientras se espera la consolidación del anunciado segundo contrato con Arabia Saudí, así como un posible acuerdo para la construcción de seis patrulleras para Angola.
Ya el presidente del comité de empresa del astillero isleño, Jesús Peralta, recordó en Radio La Isla loos compromisos que hay para el futuro más próximo en la planta naval de la ciudad. La esperanza está puesta en que todos estos objetivos se hagan realidad.
A estas expectativas que tiene Navantia en la Bahía de Cádiz, pendientes de consolidación, se suman las negociaciones del nuevo convenio colectivo así como el plan de empresa, negociaciones que hasta el momento no han llegado a buen puerto. Asuntos todos que tendrán que afrontarse tras el período estival y con la incertidumbre de la gobernabilidad del país tras las elecciones, ante el hecho de estar en juego acuerdos internacionales.
Y mientras, otro importante asunto en el que avanza con enorme retraso es el acceso a los astilleros. En los próximos meses se espera que comience a hacerse realidad las obras del desdoble del Puente de Hierro. No es la solución que más gusta a la plantilla, pero si entienden que aliviará la actual y desesperante situación.