Zona Franca ha colocado la bandera en lo alto de la estructura del edificio de contendores marítimos reciclados de Zona Base que va a ser sede de la incubadora tecnológica en torno a la Economía Azul, Incubazul. El equipamiento ha llegado así a su altura máxima, una vez que se han colocado los últimos cuatro contenedores marítimos reciclados de la planta tercera y se ha iniciado el montaje de la cubierta, que se va a ir izando en los próximos días por sectores.
En una nota, Zona Franca ha señalado que al cumplirse un año del inicio de las obras, la empresa constructora Díaz Cubero encara los últimos meses de trabajo en los que se acometerán las instalaciones y acabados, la carpintería metálica, de vidrio y los revestimientos, estando prevista la finalización de las obras para el próximo otoño.
El edificio, proyectado por el estudio Carquero Arquitectura, tiene una superficie total construida de 1.951,33 metros cuadrados y 1.415,73 metros cuadrados de terrazas y espacios libres distribuidos en tres plantas en altura, además de la planta baja. Su propia configuración dinámica da muestra de la prioridad dada a los espacios libres, la apuesta por la sostenibilidad y la interconexión.
Todas las plantas tendrán terrazas y espacios libres y en la baja se incluye coworking, salas de formación, cafetería y aparcamiento de bicicletas, además de un aparcamiento en superficie en la misma parcela. En la planta primera se han previsto siete oficinas y trece en la segunda. La planta tercera se plantea con espacios para gestión, salas de reunión, dotacional y laboratorio tecnológico. Asimismo, se proyecta la apertura de las instalaciones a espacios verdes y áreas libres o la utilización de energía procedente de la cubierta fotovoltaica.
Zona Franca ha recordado que el edificio está conformado para ser un centro de referencia de la economía circular en la ciudad de Cádiz, un icono de la industria sostenible que se proyectará desde el polígono exterior al resto de la ciudad, con una arquitectura singular en la que se le da una segunda vida a los contenedores, que suelen tener una vida útil de 10-15 años.
CON EL APOYO DE LA UNIÓN EUROPEA
La obra, que cuenta con una inversión superior a los tres millones de euros, cuenta con cofinanciación europea a través de la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio de España, concretamente un 80% por el Feder dentro del Programa Operativo Plurirregional 2014-2020 dentro del eje 3: Mejorar la Competitividad de las PYMES, Objetivo Temático 3 Mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, y la prioridad de inversión tercera Fomento del espíritu empresarial, en particular, facilitando la explotación económica de nuevas ideas, y promoviendo la creación de nuevas empresas, también mediante viveros.
En marzo de 2020 obtuvo una subvención de 2,5 millones de euros para una inversión de 3,15 millones (un 80% de subvención), a la que hay que sumar que en noviembre del pasado año se hizo efectiva una nueva dotación de Fondos Feder para la incubadora de Economía Azul de 1,5 millones de euros para una inversión total de 1,9 millones.
OBRAS DE URBANIZACIÓN AL 75% DE EJECUCIÓN
La obra del edificio de contenedores centra buena parte de la atención pero no es la única que se está acometiendo en la Unidad de ejecución segregada UE-ZF-08-A donde se ubicaba la antigua Ibérica Aga. Además de los trabajos del edificio de Zona Base, están muy avanzadas las obras de urbanización de toda la unidad, que se encuentran al 75-80%, según ha indicado la Zona Franca.
En este sentido, ha explicado que los trabajos ya realizados son las canalizaciones de media y baja tensión, saneamiento pluviales y fecales, telecomunicaciones, canalización de gas, alumbrado público, red de riego y semaforización.
Asimismo, ha señalado que actualmente se están realizando trabajos de pavimentación, adoquinado, formación de aparcamientos, colocación de bordillos, conexionado con las redes existentes y acometidas a las distintas parcelas resultantes de la urbanización. Ya se ha asfaltado la parte de la calle Algeciras y se están colocando los báculos del alumbrado público.
Unas obras que, siendo menos vistosas, son fundamentales para garantizar todos los suministros de la unidad y que suponen una inversión por parte del Consorcio que supera los dos millones de euros (IVA no incluido).