Los investigadores españoles, gracias a la colaboración con las autoridades policiales colombianas, conocieron las actividades de un grupo de narcotraficantes afincados en Colombia que estaban tratando de enviar un cargamento de cocaína a Europa a través del dique algecireño.
Los narcotraficantes remitieron varios contenedores que ocultaban una importante cantidad de cocaína, empleando el método conocido como gancho ciego, un procedimiento ya utilizado en otras ocasiones para la introducción de droga en el puerto de Algeciras.
El tráfico de la cocaína, que presuntamente distribuían a través del Campo de Gibraltar, se iniciaba en el transporte de contenedores procedentes de países sudamericanos que, en el caso de esta última aprehensión, se llevó a cabo en un dispositivo clandestino tramado en un puerto de Colombia.
Allí, los contenedores se cargaban con mercancía declarada legalmente, la cual, una vez registrada y cumpliendo todas las exigencias legales, era sustituida por el cargamento de droga para ser enviado al puerto de Algeciras en condiciones de ocultación suficientes como para burlar los controles policiales realizados de forma rutinaria en los puertos del país de origen.
En una de las aprehensiones llevadas a cabo con anterioridad por la Guardia Civil, ya se detectó que el procedimiento del gancho ciego contaba con la colaboración de trabajadores portuarios que, valiéndose de sus puestos de trabajo en el puerto de Algeciras, descargaban de forma clandestina la carga de cocaína una vez que el contenedor era identificado, marcado desde su destino por los narcotraficantes para facilitar su ocultación.
El destino final de la droga intervenida era el puerto francés de Marsella, si bien los investigadores averiguaron que el buque que los transportaba iba a realizar paradas en Algeciras y en Barcelona, donde la organización dispondría de medios para extraer la sustancia ilícita.
Finalmente, los agentes constataron la llegada de dos cargamentos al puerto de Algeciras. Uno de ellos ocultaba 723 kilos de cocaína en varias bolsas de deporte localizadas entre cajas para la conservación de flores. Los agentes de la Brigada Central de Estupefacientes y del Greco del Campo de Gibraltar, junto con la Agencia Tributaria, llevaron a cabo esta actuación en la que, hasta el momento, no se han realizado detenciones.
Alternativas
Las continuas intervenciones realizadas sobre cargamentos de cocaína a una y otra orilla del Atlántico viene a confirmar la alerta que ya elevó en su día la coordinadora Alternativas sobre la utilización del puerto de Algeciras como nueva puerta de entrada de la cocaína en Europa por parte de las principales mafias sudamericanas.
Este fenómeno, que ha venido corroborándose con el paso de los años, ha sido detallado por la Fiscalía de Cádiz en el último informe que han elaborado sobre la actuación de la institución judicial en el pasado año.
Así, la Fiscalía destaca el incremento de la entrada de cantidades de cocaína en la provincia, y señalando especialmente al puerto de Algeciras como la puerta de entrada más significativa de estos cargamentos.
Además, el citado informe advierte sobre la existencia de un asentamiento en la zona de bandas de carácter internacional dedicadas a la importación de cocaína a gran escala desde Sudamérica hasta Europa.
Barcelona
La investigación llevada a cabo por la Policía Nacional y la Agencia Tributaria ha concluido en otras dos operaciones contra el tráfico de cocaína desde Sudamérica a España, en esta ocasión en el puerto de Barcelona. La primera de ellas supuso la intervención de 202 kilos de cocaína que iban ocultos en un contenedor con 25 toneladas de chatarra. El dispositivo desplegado ha permitido el arresto de 15 personas.
Además se han practicado nueve registros en los que se han precintado numerosas obras de arte y se han intervenido 12 vehículos, 50.000 euros en efectivo, ordenadores y abundante documentación. Entre los arrestados está el director de la Terminal de Carga de este puerto, uno de los presuntos responsables de la red en nuestro país.
La otra operación ha supuesto la incautación de 113 kilos de cocaína, que habían sido camuflados en un doble fondo practicado a una caja fuerte, que también había llegado a España dentro de un contenedor. En total, se intervinieron 210 paquetes de diversas proporciones que arrojaban una cantidad total de 113 kilos de cocaína.