El comité de empresa de Persán ha convocado para este viernes, en turno de mañana de seis y media de la mañana a tres y media de la tarde, una concentración de protesta “contra la decisión unilateral sin causa justificada del despido de cuatro compañeros y el malestar que ha creado en el colectivo de la plantilla” de la compañía.
"Persán ha duplicado su facturación el año pasado respecto a la de 2019, alcanzando los 665 millones en ventas, con ganancias netas de 26 millones"La convocatoria de concentración, remitida por CCOO a Viva Sevilla, recoge que los convocantes de la protesta del comité de empresa son las secciones sindicales de Industria de CCOO Sevilla y UGT-FICA, y que se concentrarán en las puertas de acceso de Persán, situada en la calle Pino Albar, número 2, en turno de mañana de 6:30 a 15:30.
La protesta contra los despidos “sin causa justificada” y adoptados de forma “unilateral” por Persán estará encabezada por los representantes del comité de empresa, en el que tiene mayoría el sindicato CCOO, y tiene una previsión de asistencia de unas cien personas, según la convocatoria que ha sido autorizada por la Subdelegación del Gobierno, y cuenta con medidas de seguridad e identificación, incluido servicio del orden, tal y como reclaman las autoridades en su autorización.
Por su parte, David Moral Salas, responsable del sector de Química en UGT FICA Sevilla, delegado de UGT y miembro del comité de empresa, ha explicado a través de un comunicado que “en una semana la dirección de Persán ha llevado a cabo tres despidos de manera injustificada de compañeros que llevaban diez años en la empresa, algo que ha creado mucho malestar en la plantilla y nos pone en alerta sobre el camino que señala”.
Moral ha añadido que “por ahora es solo la concentración de mañana a la que espera que se añadan los trabajadores y trabajadoras y que se trabaja en un protocolo ante estas situaciones y en un calendario de movilizaciones en defensa de los puestos de trabajo de una empresa fundamental para la economía de Sevilla y Andalucía”.
Unas movilizaciones que vienen de lejos
No es la primera vez que Persán se enfrenta a las movilizaciones por las condiciones laborales que impone. En octubre del año 2020, se llevaron a cabo diez jornadas de huelga con un alto seguimiento e impacto en la producción, tal y como en su momento destacaba el Sindicato Provincial de Industria de CCOO de Sevilla.
Piquetes informativos y concentraciones se sucedieron contra la implantación de turnos de trabajo obligatorios los fines de semana sin compensación ni causa justificada y contra la brecha salarial entre trabajadores y trabajadoras que realizan las mismas funciones.
“Son cuestiones básicas por las que la empresa se niega a sentarse a negociar, lo que nos ha obligado a retomar las movilizaciones que paralizamos al declararse el estado de alarma el pasado mes de marzo”, aseguraba el entonces delegado sindical de CCOO en Persán, José Ramón Cabas.
Antes, en el mes de marzo, CCOO de Sevilla llevaba ante la inspección de Trabajo el incumplimiento de las medidas de protección de los trabajadores por parte de Persán, ya que se “deniegan mascarillas, no se mantiene la distancia de seguridad en muchas zonas y puestos de trabajo e incluso se hace beber de la misma fuente a toda la plantilla”.
Además, instaba a Persán, que contaba con una plantilla de 800 trabajadores, a que, al igual que han hecho otras industrias, adapte su producción para dedicarla a la fabricación de geles hidroalcohólicos.
De hecho, la situación derivada del coronavirus y del estado de alarma había llevado a CCOO a suspender “por responsabilidad” la huelga que había previsto para finales de marzo, dado que la empresa debía continuar con su actividad para el abastecimiento de productos básicos a la población, ya que estaba considerado como un servicio esencial.
Según este sindicato, la situación demostraba que “la dirección de la empresa sigue mostrando su desprecio hacia la plantilla y su inmensa irresponsabilidad y alto grado de incompetencia, actitud que llevó a la convocatoria de la huelga", que se suspende, pero advertía y de eso hace más de tres años, de que, una vez pase la crisis sanitaria, "retomarán las reivindicaciones”.
