En una intervención sin preguntas en la sede de su partido, Cameron agradeció a Clegg su disposición a concederle la primera oportunidad para forjar un Ejecutivo, como fuerza con la más amplia representación en el Parlamento sin mayorías que, por primera vez desde 1974, han dejado estas generales. No obstante, aprovechó para subrayar la necesidad de que este acuerdo "se haga pronto".
Así, a pesar de haber perdido escaños, la tercera fuerza tiene la llave para la nueva Administración, por lo que el aspirante 'tory', que quedaría a menos de 20 escaños de la hegemonía, le propuso "trabajar juntos" en la lucha contra el déficit, un sistema político que calificó de "roto" y los problemas sociales.
De hecho, pocos minutos antes de la intervención de Cameron, el primer ministro, Gordon Brown, había concedido a ambos "el tiempo que sea necesario" para que explorasen posibilidades de colaboración que, de fallar, llevarían a los laboristas a aprovechar su turno para aproximarse a los liberaldemócratas.