Así lo confirmó ayer el director del centro, José Alberto Cabello, quien señaló que esta decisión ha sido tomada por el Consejo Escolar, tras una reunión que tuvo lugar el pasado día 20 de abril, y en la que se estudió el caso del alumno, que ya contaba con antecedentes conflictivos en el centro.
En la reunión, en la que se encontraban representantes de los padres, de los docentes y de los alumnos, se optó por la determinación de no readmitir al menor, extremo que se puso en conocimiento de la familia.
Por lo tanto, el alumno tendrá que esperar al próximo curso, cuando la Junta de Andalucía tramitará su traslado a otro centro de enseñanza secundaria de la ciudad. Esta decisión responde también a la situación en la que se encuentra el docente agredido, quien solicitó una baja tras producirse los hechos.
Así las cosas, la situación del menor pasa ahora a la responsabilidad de la Junta de Andalucía, y más concretamente a la Delegación provincial de Educación, quien señaló esta semana a este diario que no tomaría la determinación de trasladar de centro al alumno hasta que el instituto así no lo pidiera, entendiendo que estas decisiones corresponden directamente a los centros y no a la Administración.
Ahora, la Delegación provincial asumirá la escolarización del joven, menor de edad, al que se le tendrá que ofrecer su reinserción educativa en un instituto de enseñanza secundaria de la ciudad.
El sindicato CGT ya reclamó tras conocerse la agresión que el joven fuera escolarizado en un centro de características especiales, dado su historial. El director del IES Saladillo, José Alberto Cabello, quiso recalcar ayer que “es un incidente aislado. Nuestro alumnado es muy bueno, y sus familias son muy prudentes”.