Desde 2015 se ha observado un alarmante repunte de casos de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) como la clamidia, la sífilis o la gonorrea, que superar el 1073%. Y, sin bien bien este crecimiento general ha afectado a toda la población en su conjunto, “existe una marcada diferencia de género en las estadísticas nacionales”, apunta la coordinadora del Observatorio de Salud Femenina impulsado por Bloom, plataforma digital de salud femenina integral, Andrea Aznar. En este sentido, indica que, entre 2016 y 2019, los diagnósticos de ITS aumentaron un 156% en mujeres en el conjunto de España, según las estimaciones del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), cuarenta puntos porcentuales por encima del incremento atribuido a los hombres en el mismo periodo.
Aznar explica que la mejora de los sistemas de vigilancia epidemiológica, “que año tras año han perfeccionado la implantación de los protocolos para la detección de nuevos casos de ITS y la inclusión de nuevas infecciones en los mismos, como el linfogranuloma venéreo a partir de 2015 o la hepatitis C en 2016, y su paulatina inserción en los sistemas de vigilancia epidemiológica de las comunidades autónomas, han favorecido el aumento del número de diagnósticos notificados cada año”.
Pero, los expertos han detectado, además, que el número de parejas sexuales ha aumentado exponencialmente en los últimos años, mientras que se observa un uso poco frecuente e inadecuado de los anticonceptivos de barrera, “caldo de cultivo perfecto para el aumento de la transmisibilidad de las infecciones venéreas, sobre todo entre la población joven”, advierte Aznar.
A finales de la primera década de los 2000, la edad de la primera relación sexual en chicas se situaba en los 14,29 años, de acuerdo con la encuesta HSBC de 2010. Por su parte, la Encuesta Nacional de Salud Sexual realizad por el CIS en 2008 recogía que alrededor de un 28,5% de las mujeres no habían utilizado ningún tipo de protección en su primera relación sexual. El estudio elaborado por Bloom obtiene unos resultados similares. La responsable de la plataforma digital indica que “la edad media de inicio de las relaciones sexuales en España es de 16 años y al menos el 35,1% de la población entre 15 y 18 años ya habría mantenido relaciones sexuales coitales”. Sin embargo, apunta en relación a Andalucía, “son más las mujeres que utilizan anticonceptivos para evitar el embarazo como razón principal, 35,92%, que aquellas que lo hacen para prevenir ITS, un 17,43%). La percepción de riesgo registra cotas mínimas: el 27,61% cree que el contagio es poco probable o imposible en el sexo sin penetración y sin preservativo.
Por ello, Aznar considera que es precisa una mejor educación sexual, dado que un 70% de las mujeres considera de regular a muy mala. En Andalucía, el conocimiento sobre las ITS se produce en un 38% a través de la escuela; un 27,4% se informa a través de internet; y un 26,8% recurre a sus amistades; solo un 15,82% obtiene información a través de los padres y las madres. Laura Cámara, enfermera especialista en ginecología y obstetricia, sexóloga y colaboradora de Bloom, señala que “el principal reto que tenemos es considerar la sexualidad no como algo lúdico, sino como algo que comprende la esfera de la salud y que afecta directamente a la calidad de vida de las y los pacientes”. Desde la ONG Adhara, colaboradora en la investigación, añaden que “la educación sexual va más allá del sexo, aborda la identidad, la expresión, la orientación, así como conocimientos sobte ITS y embarazo no deseado y los diferentes métodos preventivos, buscando el bienestar social, emocional y físico si queremos hablar de sexualidad sana”.