Manuel y María compraron una casa en el año 2009. Este matrimonio cordobés se instaló en la calle Santa Inés del barrio de La Magdalena y él entregó un cheque por el precio de la vivienda y firmó las escrituras junto a la promotora. Sin embargo, la promotora no canceló la hipoteca.
¿El resultado? En 2017, recibieron un requerimiento de la SAREB notificándoles el impago. Ahí empezó una pesadilla que incluso a Manuel le ha afectado de manera considerable. Sufre demencia y su estado de salud no es el mejor. "Mi padre ha perdido la cabeza", cuenta a Viva Córdoba su hijo, José Manuel. Según notifica la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria a este periódico, "Sareb no ha instado ningún procedimiento de lanzamiento ni desahucio, sino simplemente ha promovido la ejecución hipotecaria en un préstamo promotor, lo que forma parte del procedimiento habitual que lleva a cabo Sareb para intentar recuperar la deuda impagada por las empresas".
Asímismo, "en la subasta judicial el inmueble podría ser adjudicado a un tercero o a Sareb. Si Sareb se hiciera con la propiedad estudiaría la situación de vulnerabilidad de estas personas, como siempre hace en el caso de familias que residen en inmuebles de los que sí es propietario. En caso de que acreditaran encontrarse en esa situación Sareb ofrecería un alquiler social, en el marco de sus programas de acompañamiento".
La familia inició en el año 2017 varias causas judiciales contra los administradores y la promotora que se han saldado con la absolución de uno de ellos y la condena de otro por ese delito de apropiación indebida. Pero la Audiencia Provincial de Córdoba, al no tener antecedentes penales, le ha eximido de entrar en prisión.
También le condenó a pagar una indemnización a la familia que casi supera los 214.000 euros, pero se declaró insolvente. Aunque el desahucio está recurrido, María y sus dos hijos se preparan con todo el dolor de su corazón para abandonar su hogar.