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Miércoles 27/11/2024
 

Lo que queda del día

La política en modo ‘revival’

Normal este arrebato de nostalgia en un momento en el que tiene más fundamento regocijarse en el pasado González que en atender las urgencias del presente

Publicado: 08/10/2022 ·
17:45
· Actualizado: 08/10/2022 · 17:45
  • Felipe González. -
Autor

Abraham Ceballos

Abraham Ceballos es director de Viva Jerez y coordinador de 7 Televisión Jerez. Periodista y crítico de cine

Lo que queda del día

Un repaso a 'los restos del día', todo aquello que nos pasa, nos seduce o nos afecta, de la política al fútbol, del cine a la música

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Antonio Morillo es el farmacéutico de toda la vida de Vejer -también fue su alcalde-. Acaba de cumplir 88 años, aunque lo que le hace singular es que se convirtió en el primer diputado de la provincia de Cádiz en el Congreso, en la primera legislatura de la democracia, desde 1979 a 1982, en representación de UCD. Esta semana se ha incorporado como tertuliano al programa de 7 TV Siente Cádiz, dentro de la sección La resistencia, donde comparte mesa con José Antonio Barroso, Francisco González Cabaña y Pedro Pacheco

Como ocurrió la primera vez que se puso en marcha el espacio, en 2019, los telespectadores se perdieron lo que ocurrió en la trastienda, en el reencuentro de los cuatro veteranísimos de la política, cada uno desde su posicionamiento ideológico -“yo soy comunista, no de izquierdas”, reivindica Barroso para que no haya confusiones-, pero todos con suficientes cosas en común como para celebrar el poder verse de nuevo y recordar más de una anécdota. Alguna de ellas se remonta casi cuarenta años atrás, y uno de ellos, casi cariacontecido, sentencia: “Cómo pasa el tiempo”. Y tanto. Morillo, que vivió en primera persona el 23F, reconoce que de aquellos años ya solo se acuerda de Adolfo Suárez.

A veces, y más aún desde que se ha pretendido instalar cierta corriente negacionista en torno a la Transición y el proceso de formulación de la Carta Magna, es necesario realizar ese mismo viaje atrás en el tiempo para captar aquel espíritu colaboracionista que en el estudio de televisión se reflejó en los abrazos que Pacheco, Barroso y Cabaña se dan con Morillo, y que en el ámbito de la política nacional actual se reduce a un interés casi mercantilista, que en la segunda acepción de la RAE alude al “interés excesivo en conseguir ganancias en cosas que no deberían ser objeto de comercio”.

El PSOE también pretende ahora hacer un viaje similar al pasado, aunque tiene más de revival que de reivindicación, cuando debería ser al contrario. Ha situado el marcador de su DeLorean particular 40 años atrás, en octubre de 1982, cuando Felipe González consiguió la victoria más holgada de toda la historia de la democracia acumulando el 46% de los votos emitidos, en una jornada electoral con otra cifra de participación para los anales, de casi el 80%.

El PSOE, que se presentó a las elecciones con el recordado eslogan de “Por el cambio”,  logró 202 escaños. Normal este arrebato de nostalgia en un momento en el que tiene más fundamento regocijarse en el pasado que atender las urgencias del presente; sobre todo si se hace pensando de cara a las elecciones municipales del próximo año, donde tanto se juega Pedro Sánchez de cara a su futuro a medio plazo. Mejor apelar al recuerdo del Gobierno de Felipe que al “gobierno de la gente” de Sánchez: una campaña de tan intrascendente recorrido que el presidente ha terminado relegándola a segundos espadas.

De hecho, el PP va a aprovechar la celebración de la victoria de González para añadir un nuevo capítulo a su relato de la reconquista: prefieren el pasado a afrontar los problemas actuales de la ciudadanía. Es el mismo argumentario que va a emplear el PP en Jerez para descargar a su candidata, María José García-Pelayo, frente al resto de partidos, que van a tener muy presentes algunos de los hitos de su último gobierno en la ciudad: el ERE municipal, la venta del agua, las manifestaciones por los impagos a la plantilla y a las concesionarias... Un pasado del que, obviamente, no puede rehuir, pero que ya ha empezado a contrarrestar desde la óptica del momento presente.

Todo forma parte de una estrategia, pero esos mismos viajes al pasado también pueden realizarse para poner en evidencia las promesas de quienes pudieron haber cumplido sus compromisos hace mucho más tiempo. El defensor del pueblo andaluz, Jesús Maeztu, estuvo esta semana en Cádiz visitando el Cerro del Moro, y recordó: “Hace 24 años dije que en los 40 metros cuadrados que tienen los pisos no se puede vivir”. Si lo era hace 24 años, imagínense ahora después de tanto tiempo sin que se haya movido un ladrillo.

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