La organización agraria Asaja Córdoba ha informado de que 20 municipios de la provincia cordobesa han sido "declarados en emergencia por las poblaciones y daños de conejos", medida que valora "muy positivamente, dado que permite combatir los daños agrícolas de forma eficaz y más prolongada en el tiempo en aquellas zonas donde realmente existen los daños y su gravedad lo requiere".
Tal y como ha indicado Asaja en una nota, en el BOJA del pasado día 27 de mayo, se publicó la resolución de 20 de mayo de 2022, de la Dirección General de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos, por la que se adoptan medidas cinegéticas excepcionales por daños de conejos silvestres en varios términos municipales de las provincias de Córdoba, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla.
En Córdoba son 20 los municipios declarados en emergencia: Aguilar de la Frontera, Baena, Benamejí, Bujalance, Cabra, Cañete de las Torres, La Carlota, Castro del Río, Fernán Núñez, Guadalcázar, Iznájar, Lucena, Montalbán de Córdoba, Montilla, Monturque, Moriles, Puente Genil, La Rambla, Santaella y La Victoria.
Esta declaración de emergencia estará en vigor hasta el 31 de mayo de 2023 y permitirá cazar de forma "más intensa el conejo en aquellas zonas donde genere daños en la agricultura y sea necesario". Los medios de captura que podrán aplicar serán la captura en vivo con hurón y redes (o mediante capturadero), las armas de fuego y las aves de cetrería.
Respecto a las armas de fuego, el período hábil se amplía desde el 27 de noviembre hasta el 23 de abril, siendo hábiles los jueves, sábados y domingos. El número máximo de cazadores será de cinco por cada 250 hectáreas en cada jornada, pudiendo incrementarse en dos más por cada fracción de 100 hectáreas.
Para el empleo de perros, el período hábil se amplía desde el 27 de noviembre hasta el 5 de febrero, no pudiendo utilizarse más de tres perros por cazador. Se podrá autorizar el control de daños por depredadores, incluido el zorro, dada la presencia desigual e irregular de sobreabundancia de conejos en los cotos y en los términos municipales recogidos en el apartado segundo, la actual situación de la liebre ibérica y el carácter generalista y oportunista del depredador.