El líder de la Primera División de Arabia Saudita, el Al-Ittihad Club de Jeddah, está bajo las órdenes de un onubense de adopción, el rumano Laurentiu Rosu, que forma parte del equipo técnico liderado por su compatriota Cosmin Contra como segundo entrenador.
Rosu, que vivió como jugador los años dorados del Decano asegura que a lo largo de su carrera profesional siempre ha sido el fútbol el que ha dirigido sus pasos. Tras pasar siete años en el Steaua de Bucarest, el balón le llevó a España para jugar en el Numancia, equipo donde militó cuatro años. Otros cuatro pasó en Huelva, a donde llegó en 2004. “Tuve la suerte de poder jugar en la mejor época del Recre, subimos a Primera y estuvimos a punto de jugar en Europa, con Marcelino de entrenador, tuvimos buena plantilla, hicimos un trabajo muy bueno y la gente disfrutó muchísimo con nuestro juego”, relata.
Aunque su último año como jugador lo pasó en Cádiz, Rosu sigue vinculado a Huelva, donde tiene su casa y a su familia. En ella pasó el año más crudo de la pandemia y pudo seguir de cerca la caída del Recre a Tercera División.
“Fue una pena bajar dos categorías”, admite, aunque cree que el destierro del decano no será largo. “Supongo que ahora van a subir rápido las mismas dos categorías que bajaron y van a volver donde estaban el año pasado”, vaticina.
A Jeddah ha llegado este año de la mano de Cosmin Contra, con quien ya coincidió en Rumanía durante su etapa como entrenador, que abrió en 2010 y que le ha llevado también a trabajar como segundo de a bordo con López Caro, Lucescu y Constantin Galca y como primer entrenador en dos equipos de segunda división y en las selecciones sub 18 y sub 19 rumanas.
Cuando Contra se puso en contacto con él para implicarle en su aventura árabe, Rosu no dudó. “No pensé nunca que iba a entrenar por aquí pero cuando me dijeron que veníamos no me lo pensé y dije que sí”, explica recordando el momento.
Le entusiasmó implicarse en el proyecto de llevar a un club histórico a recuperar posiciones perdidas en los últimos años. No se equivocó, el Al-Ittihad ya está “peleando para ganar la liga” y es líder de la clasificación. Terminar la temporada como campeones, asegura el rumano, “no va a ser fácil” pero es un objetivo firme. “Hay otros rivales fuertes pero lo vamos a intentar”, garantiza.
Cuando el fútbol lo permite, Rosu vuelve a España. “Desde que empecé a entrenar mi mujer y mis dos hijas se quedaron en Huelva y cada vez que tengo dos o tres días de descanso y puedo ir a verlas cojo el avión aunque la distancia sea bastante grande”, indica.
Sin embargo, el ultimo parón ligero, mientras la selección saudita disputaba la Arab Cup, lo ha pasado en Dubai, en Emiratos Árabes, donde su equipo ha jugado tres partidos amistosos contra el Al Ain, Al Wahda y Al Jazira.
¿Volver a España?
Entrenar en España es un objetivo que Rosu aún no ha podido cumplir. “No llegué a entrenar en España porque se me ofreció la oportunidad de entrenar en Rumanía y aunque intenté buscar algo en España no resultó”, confiesa.
“Al final me busco la vida donde me quieren, en Rumanía me quieren y en España, en algunos sitios donde yo jugué, pienso que la gente me aprecia y está conmigo”, considera el rumano. El cambio de directivos ha hecho que de momento no haya llegado la ocasión de entrenar en España pero Rosu confía en que algún día llegue la oportunidad.
“Son otros directivos nuevos y están trayendo gente suya de confianza, como en todos los sitios, y no se puede hacer nada, solo buscar los sitios en los que puedes trabajar de lo que te gusta y hacerlo de la mejor forma y luego, con el tiempo, quién sabe”, señala.
Que Rosu volviese a España con algún inversor árabe para el Recreativo de Huelva es un escenario a imaginar. En este sentido, el rumano recuerda que “los saudís están empezando a invertir en Europa y se han visto casos, primero en Inglaterra, y ahora en Almería”.
Sin embargo, advierte, que alguno se decante por el Recre en las circunstancias actuales en las que está el club es complicado. “Hay gente a la que le gusta mucho el fútbol e invierte en Europa porque son ligas mucho más fuertes y les gusta estar ahí pero es muy complicado que alguien coja al Recre porque con las deudas que tiene en esta categoría es complicado recuperarlas, tiene que esperar mucho tiempo y tener suerte de subir”, analiza.
“Si coges un equipo con la deuda del Recre y estás en Primera o Segunda en unos años acabas con la deuda y empiezas a ganar”, considera, preguntándose “quién quería regalar dinero así”. De momento, apunta, el objetivo “es complicado”. Eso sí, señala, “si en el plano deportivo el Recre llega a Segunda o a Primera supongo que alguien se puede animar a invertir en él”.
Feliz en Arabia
Además del éxito en lo deportivo, Rosu ha logrado encajar en Arabia Saudita, donde reside desde principios de septiembre. “Es otra cultura, otro mundo diferente pero nos hemos adaptado bastante bien”, admite.
La clave es la piña que han hecho en el equipo. De momento, Rosu está muy satisfecho en Arabia. Es un país que comienza a abrirse al turismo, con “cosas interesantes” para visitar aunque no se pueda “comer jamón ni beber cerveza”, bromea. “La verdad es que me gustaría seguir más tiempo por aquí”, confiesa.
“Voy semana tras semana y no podemos hacer planes para el año que viene porque no sabemos qué va a pasar”, indica, añadiendo que lo que sí sabe es que quiere exprimir al máximo su primera experiencia en tierras árabes.
“No es fácil pero vamos a intentar adaptarnos de la mejor forma posible al ritmo de vida de aquí para seguir creciendo, lo más importante para nosotros es tener buenos resultados para poder seguir y que la gente nos conozca cada vez más”, señala el rumano.