Un ciudadano yemení fue ejecutado este lunes en Riad tras haber sido condenado a muerte por pertenecer supuestamente al grupo terrorista Estado Islámico (EI) e intentar perpetrar un atentado suicida en una "instalación pública", informó el Ministerio de Interior saudí en un comunicado.
Según la nota, que no especifica la fecha del supuesto intento de atentado, "Mohamed Abdulá al Sadam planificaba atacar una concentración de civiles en una instalación pública, tras haber recibido instrucciones del a organización terrorista EI, en una operación suicida en la que iba a utilizar un cinturón explosivo".
Asimismo, el comunicado, reproducido por la agencia de noticias oficial saudí, SPA, explicó que el ejecutado fue detenido tras haber fotografiado el sitio en que iba a perpetrar el supuesto atentado y que "apoyaba y juraba lealtad a la organización terrorista, y adoptaba sus ideas".
Las ejecuciones en Arabia Saudí se efectúan con sable.
La gubernamental Comisión de Derechos Humanos anunció el pasado enero que el país había reducido en un 85 % la cifra de personas condenadas por crímenes "no violentos", pero la pena capital se sigue aplicando, entre otros, en casos de "terrorismo", en los que muchas veces se incluye a disidentes políticos, según denuncian diversas ONG.
En su informe anual sobre ejecuciones en el mundo, Amnistía Internacional ratificó en abril pasado el descenso registrado en Arabia Saudí en 2020, con 27 ejecuciones, frente a las 184 del año anterior.
Sin embargo, SPA ha informado en lo que va de año de 12 ejecuciones solo en casos de acusaciones relacionadas con acciones de terrorismo.